Datos sobre la Historia del C.D.Cabeza del Buey

Actualmente no existe ninguna historia escrita sobre el Club Deportivo Cabeza del Buey, pero a continuación les vamos a facilitar los datos que esta directiva ha podido recabar. Hemos consultado artículos escritos en los programas de Feria y hemos hablado con antiguos jugadores, y el resultado es la “historia” que ahora les facilitamos.

Datos recogidos del texto “Jugar por afición, no por millones” de Manuel Escudero Domínguez con adaptación de Ana Belén Pérez Ruiz-Moyano, del programa de Feria y Fiestas de San Miguel 1998.

“Si a los jóvenes y no tan jóvenes les preguntásemos por algún equipo de la localidad, seguro que responden “El Pelotín” porque probablemente lo hayan oído de sus padres y éstos habrán acudido como buena afición al campo de fútbol hace un par de décadas. Pero en Cabeza del Buey existieron varios y buenos equipoos de fútbol aunque no a todos les resultarán familiar, quizá porque no se ha sabido transmitir correctamente la historia de generación en generación.

En tiempos de posguerra, en los años cuarenta, jugaba en el pueblo el “Once Azul”, nombre que acuñó por la época falangista. Los componentes del grupo empezaron a jugar a una edad muy temprano pero se sacrificaban porque realmente les gustaba su equipo y mantener una ilusión que hasta entonces estaba perdida. El “Once Azul” tenía indumentaria deportiva propia: camiseta azul y pantalón negro, que vestían jugadores como Segundo Vilaplana “El Moro”, Vicente “Pinito” y Paco “El droguero”, que conservó el balón de aquel equipo.

Después entre un grupo de amigos fundaron “Los 11 leones”, y también tenían un equipamiento adecuado formado por camiseta rojiblanca, pantalón negro y medias que Ángel Pizarro les proporcionó. Respecto al calzado cada uno jugaba con lo que podía, algunos con botas pero otros lo hacían alpargatas de cáñamo. “Los 11 Leones” contaban en su plantilla con muy buenos jugadores como Ángel y Juan Pizarro, Vito, Pablito, Paco“el Sastre”, pero si alguno destacaba sobre todos era Antonio “Comadreja” por su entrega y coraje en el campo, sin olvidar a Luciano “Nani” por lo fino que era jugando. Éste equipo tenía que desplazarse, y la única manera de hacerlo era en camiones, que en más de una ocasión carecía de laterales por lo que eran necesarias unas sogas para la sujeción de los “viajeros”. Unos años más tarde empezamos a jugar nosotros, que a veces nos íbamos a Almorchón en la maquinilla que venía con un furgón a por el cura del pueblo, para decir allí la misa de los domingos. No obstante, el cura no siempre dejaba que nos montáramos a la vuelta si no habíamos ido a misa, así que más de una vez nos tuvimos que venir a Cabeza del Buey andando.

El equipo en el que jugábamos pertenecía a la Falange y conforme iba pasando los años la equipación iba mejorando; nosotros teníamos botas pero si las rompíamos no había de repuesto y la única solución era traerlas de casa. Trabajábamos muy duro para llevar a lo más alto a nuestro equipo, ilusión no faltaba y por ello nos levantábamos para entrenar cuando amanecía. Nuestro lugar de entrenamiento era el Campo de Fútbol situado al final del Parque Municipal, aunque se podría decir que era de todo menos un campo de fútbol debido a las condiciones en que se encontraba. La alineación del equipo la formábamos: Puchades, Garrigue, Rafa, Tonín, Vicente el fotógrafo, Jacinto Cascos, Eugenio “el Churro”, Salvador “el malagueño”, “El Choza” y un grandísimo del fútbol como Juan Gómez. Nos desplazábamos hasta Don Benito y Villanueva de la Serena para disputar partidos, y el transporte que utilizábamos eran los camiones, el autobús y otras veces había que madrugar bastante para salir en el tren de las cinco y media de la mañana para jugar a las once.

Sin duda la mejor palabra que define aquellos años es sacrificio, pero siempre nos sentimos orgullosos de defender a nuestro pueblo. No queda sino el recuerdo de los que nos han dejado, pero que siempre estarán vivos mientras haya alguien que siga recordando nuestros mejores tiempos.


Datos recogidos del resumen de las actividades deportivas desarrolladas desde el 19 de octubre de 1979 hasta el 1 de septiembre de 1982.

En el año 1980 el Ayuntamiento de Cabeza del Buey concede 40.000 pesetas al C.D. Cabeza del Buey para la adquisición de un equipo de camisetas, redes y balones, así como para la organización de los trofeos de San Roque y San Miguel.

En el año 1982 el Ayuntamiento continúa la potenciación del C.D.Cabeza del Buey, y además tiene un Gran Reto, que es dotar a los equipos de fútbol locales de un magnífico Campo, en la Huerta del Conde, zona calificada de deportiva. El Campo estaría dotado de pistas de atletismo y fosos de salto.

Datos recogidos del Programa de Feria y Fiestas San Miguel 1993, de la Directiva del C.D.Cabeza del Buey.

Durante la Temporada 1991/1992 el Club había conseguido brillantemente el ascenso a la categoría de Regional Preferente, pero al año siguiente, el equipo iba a desaparecer por no disponer de los jugadores necesarios para afrontar la nueva categoría, además de no contar con los recursos económicos suficientes y sin un grupo humano que dirigiera el club. Con estos precedentes y ante tal situación un grupo de aficionados se constituyeron en Comisión Gestora para intentar que el club se mantuviera en la regional preferente, hecho que fue imposible dadas las dificultades que encontraron para fichar nuevos jugadores, con la competencia deportiva que la categoría requería, puesto que la temporada estaba a punto de comenzar y los jugadores estaban comprometidos con otros clubes. Entonces decidieron comenzar a trabajar los cimientos del futuro, trabajar la cantera fue su principal objetivo. Así que el equipo estuvo en Primera Regional.

Datos recogidos del texto “Tiempos difíciles” delPrograma de Feria y Fiestas San Miguel 1994, de la Directiva del C.D.Cabeza del Buey.


En la temporada 1994/1995 la directiva sigue luchando para que los jovencísimos jugadores con los que contaban pudieran jugar en la categoría de Primera Regional. Los chavales, con una media de 21 años, tenían la ilusión de hacer un buen papel, calidad de sobra y con un gran futuro.

Datos recogidos del texto “Muchos se lo están perdiendo” de la Directiva del C.D.Cabeza del Buey del Programa de Feria y Fiestas San Miguel 1995.

“Por el año 1995 las tardes de los domingos en el Campo de Fútbol se convirtieron en sinónimo de disfrute y diversión, aunque como en muchas ocasiones, demasiados aficionados se lo perdieron. Tras una brillantísima temporada 94/95, en la que el equipo terminó segundo en la liga regular, y jugó la fase de promoción, en la que, aunque no directamente, se logró el ascenso a Regional Preferente. Ascenso que, por desgracia, tuvo que rechazar la Directiva por no contar con los apoyos necesarios. Ésta decisión no gustó a muchos aficionados, pero la Directiva sabía que algunos de esos “aficionados”, que ni siquiera eran socios del club, no contribuían a mejorar la situación. Uno de los aspectos que más influyó en la decisión de no ascender fue la situación económica, buena para la Primera Regional pero insuficiente para la Regional Preferente. La Directiva afirmaba, con el corazón en la mano, que se encontraban ante uno de los mejores equipos que ha tenido el C.D.Cabeza del Buey en toda su historia. Ese equipo jugaba fácil, bonito, divertía y rozaba lo espectacular.”

El C.D. Cabeza del Buey vivió en las temporadas del 99 y del año 2000 uno de los mejores momentos deportivos. Consiguió elaborar una plantilla prácticamente local, algo muy complicado, y que tanto los jugadores, como socios y aficionados fueran cada domingo al campo. Fueron varios los entrenadores que pasaron por el Club en estos años. Al final, después de un momento álgido, llegó el desánimo por parte de todos y el C.D.Cabeza del Buey volvía a bajar de categoría, a la Primera Regional, un hecho que marcó la salida de la Junta Directiva de esa época y un momento de incertidumbre en el fútbol local.

De la Directiva del año 2000 rescatamos unas líneas recogidas del programa de Feria y Fiestas San Miguel 2000 titulado “¿Por qué el cielo está oscuro por las noches con tantas estrellas?”:

“Ninguno de los miembros de la actual junta directiva tenemos pretensión de héroes, ni pretendemos arrogarnos la gloria de los ansiados triunfos deportivos. Lo único que nos impulsa es una vocación de servicio a nuestra comunidad, en este caso en el aspecto deportivo.Para llevar a cabo este programa hacen falta medios, yno sólo económicos, sino, sobre todo, humanos. Cuando nuestros jugadores entrenen en las hostiles noches del invierno, cuando nuestro equipo dispute un partido en Cabeza del Buey, cuando tenga que robar un domingo a la familia para desplazarse, cuando sufra el dolor de las lesiones y el hastío del banquillo, necesitará un incentivo único y potente, el más poderoso de todos, el grito de un pueblo que, sin ambigüedades, le recuerde lo que están representando. “

Tan sólo un año más tarde, esta misma Directiva escribía de nuevo en el Programa de Feria y Fiestas San Miguel 2001, con un texto llamado “Tú nunca caminarás solo, o quizás sí, quién sabe” del que rescatamos unas líneas:

“han bastado algunos contratiempos en pretemporada, para que los éxitos de ayer hayan sido abducidos por el agujero negro de la ingratitud. Como muestra un botón. Durante los partidos de preparación, disfrutamos, gracias a las gestiones de la junta directiva, con la disputa de un encuentro ante un rival como el Don Benito, recién descendido de 2B. Pues bien, nuestra insatisfecha afición lejos de congratularse por la visita del Don Benito, reprocha a los rectores del Club, la abultada derrota cosechada. El perjudicado no es el fulanito de turno, sino la institución que nos representa. Claro que siempre habrá quien argumente que no se identifica con ninguna seña colectiva. Y a propósito de las críticas lanzo una reflexión, ¿qué oculto lucro personal o profesional obtienen los que se sitúan al frente del C.D.Cabeza del Buey? Como antiguo miembro de la Junta Directiva, os diré, taxativamente, ninguno.”

En la temporada 2002/2003 el C.D.Cabeza del Buey bajó a Primera Regional, y una nueva directiva se hizo cargo del Club.

De esta directiva, que es la que actualmente continúa, hemos seleccionado unas líneas del texto “Nuevo proyecto, nueva ilusión” recogido del Programa de Feria y Fiestas San Miguel 2003:

“Nos dirigimos al pueblo, para que conozca que este año una directiva de gente joven de la localidad, se ha puesto en marcha para despertar nuevas ilusiones y crear afición. Por eso le pedimos al socio, que se una a este propósito, que va a englobar a varias categorías, con el único objetivo de crear una cantera de gente joven, además de llevar al equipo al ascenso de categoría. Ya va siendo hora de sentir los colores de nuestro equipo y dejar un poco de lado el mercantilismo marcado por los grandes clubes.”

En la temporada 2003/2004, con el entrenador del pueblo vecino de Belalcázar (Córdoba), el equipo conseguía el ascenso a Regional Preferente, categoría en la que está actualmente. De esa temporada hay que destacar el encuentro que se disputó en el Campo Municipal de Deportes de la localidad, entre el C.D.Cabeza del Buey y el C.D. Valdivia, segundo y primer clasificado de la liga, en aquel año, y que con la gran labor de la directiva, consiguieron llevar hasta el Campo a unos mil aficionados.

En la temporada 2004/2005 la Directiva siguió luchando porque los socios fueran al campo, porque las casas comerciales del pueblo se comprometieran más con el fútbol, y sobre todo porque los jugadores continuaron en el equipo. Ésta fue sin duda la labor más difícil, debido a que muchos jugadores trababan y estudian fuera, y los de la localidad, no siempre han estado dispuestos a comprometerse. Así que el equipo que se confeccionó en esa temporada contaba en sus filas con un gran número de jugadores procedentes de localidades como Belálcazar, Pozoblanco, Navalvillar de Pela, Almadén, etc.

En esta temporada 2005/2006 el C.D.Cabeza del Buey ha hecho todo lo posible para que el equipo juvenil vuelva a jugar, y esto es ya una realidad. Actualmente el C.D.Cabeza del Buey está siendo entrenado por Javier Peña, de Herrera del Duque, que junto con el enorme esfuerzo de la Directiva, está consiguiendo recuperar la ilusión de los jugadores, y esto se nota cada domingo en los partidos.

El C.D. Cabeza del Buey cuenta en estos momentos con más de 200 socios, cifra que sigue resultando insuficiente para un pueblo de 6.000 habitantes. Gracias a estos socios, a las casas comerciales, a la afición que va al Campo y a las subvenciones que concede el Excmo. Ayuntamiento de Cabeza del Buey, la Directiva trabaja diariamente para que el pueblo no se quede sin fútbol.
 
   
     
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